Desapercibido aniversario luctuoso del legendario Héctor «Niño» Espino

CHIHUAHUA.- Este miércoles 7 de septiembre, se realizó una guardia de honor por el XIX Aniversario Luctuoso de Don Héctor Espino González, considerado el mejor bateador de todos los tiempos en México, por lo que personal del ICHD encabezados por directivos, así como peloteros destacados, recordaron anécdotas y hazañas de la carrera deportiva del también llamado «Supermán de Chihuahua».

En la entrada del Estadio de Béisbol “Manuel L. Almanza” de la Ciudad Deportiva en Chihuahua capital, donde se ubica el monumento de “El Niño” Espino, esta mañana se congregaron personalidades deportivas, así como autoridades y personal del Instituto Chihuahuense del Deporte y Cultura Física, para rendir un emotivo recuerdo a la memoria al mejor bateador de todos los tiempos de México.

Durante la Guardia de Honor, se contó con la presencia de la Arq. Ruth del Carmen Grajeda, Subdirectora de Desarrollo del Deporte del ICHD, así como el Sr. Javier Porras Arias, quien realizó un réquiem de Héctor Espino, además de Federico “Champion” Flores, reconocido porrista del estado, acompañados por el personal del Instituto Chihuahuense del Deporte y Cultura Física.

Se recordaron varios pasajes exitosos de la carrera deportiva del llamado «Supermán de Chihuahua» tanto en la LMB, como en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).

Héctor Espino es miembro del Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México desde 1985, debido a la gran cantidad de marcas establecidas en sus 24 temporadas que tuvo en LMB y LMP.

R É Q U I E M

PARA EL MÁS GRANDE DE TODOS… ¡HECTOR ESPINO!

La tarde del domingo 7 de septiembre de 1997, en el estadio Manuel “Loco”. Renteria donde se escenificaba la final del Campeonato Estatal de Béisbol categoría Mayores, los aficionados fueron sacudidos cuando por el sonido local se anunció que había fallecido en la ciudad de Monterrey, el “Superman de Chihuahua”. Héctor Espino González.

El deceso del hombre récord en el béisbol profesional mexicano, tanto de verano como de invierno, se antojaba increíble, no hubo en esos instantes aficionado que le prestara atención al partido que tenía enfrente, enfocó su mente al pasado; el que lo vio jugar, recordó el poder tremendo que lucía cada vez que colocaba la pelota más allá de las lejanas bardas y los coros de gritos y aplausos que los espectadores lanzaban durante su recorrido por el infield.

El que no había tenido aquella dicha, recordó los cientos de cuartillas que leyó y releyó, las incontables tertulias con los amigos donde “El Niño Espino” era el personaje principal.

En 1954 a los 15 años de edad, tuvo su primer equipo formal, el “Salchichonería Alemana” de la Colonia Dale dirigido por Heliodoro Flores, de cuarto bat y siendo ésta la primera vez que se calzaba un uniforme.

Raúl Alvarez Herrera, quien fue su último manager en el béisbol amateur, siempre sostuvo que el apodo de “Niño” se dio por su cara y su expresión de chamaco que nunca perdió.

Su debut como profesional se dio en 1959 con el equipo Dorados de Chihuahua que competía en la Liga Nacional bajo el mando de Memo Garibay, circuito donde militaban los Indios de Juárez, Alacranes de Durango y Chileros de Aguascalientes.

Era tanto su poder, que en su primera vez al bat como profesional, sacó la pelota del parque “Alberto Romo Chávez” de Aguascalientes, ante un lanzamiento del zurdo parralense Beto Sosa.

A 19 años de su partida, toda la gente del béisbol le rinde tributo permanente al inmortal “Niño Espino”, sin olvidar el reconocimiento que se le otorgara en la Convención Mundial de Houston en 1984 de las Grandes Ligas, así como la elección directa para su ingreso al Salón de La Fama del Béisbol Mexicano en 1987, al Salón de La Fama del Béisbol del Caribe en 1988 y en el Salón de La Fama del Deporte Chihuahuense en 1989. Además, el estadio de Hermosillo lleva su nombre, el número 21 que portara siempre el “Supermán de Chihuahua”, fue retirado de los torneos profesionales mexicanos, tanto en el de verano como en el de invierno, pero el más valioso reconocimiento de todos lo es sin duda el ser distinguido como el más grande bateador en la historia del béisbol mexicano.

Por: Redacción