Aún hay prófugos a 4 años de la masacre en el bar “Colorado”

CHIHUAHUA.- El Fiscal del Estado, Jorge González Nicolás, reconoció que aún no acaba de resolver el expediente de la masacre ocurrida en Chihuahua en el bar “Colorado” hace 4 años el 20 de abril del 2012 ante la existencia de otros cómplices que no han sido capturados.

Si bien reconoció que no tiene ubicados con precisión la cantidad de criminales que están prófugos y que participaron en este tipo de “fusilamiento” de personas cometidos en bares, centros de rehabilitación y hogares en el estado en esa época, mencionó que “son carpetas de investigación que continúan abiertas”.

Este miércoles se cumplen 4 años del artero, vil e injusto asesinato de 16 personas, entre ellos los periodistas Javier Moya y Javier Salinas, que convivían en el lugar ubicado en las calles Ciprés y González Cossio de la colonia Las Granjas la tarde de ese viernes 20 de abril poco antes de las 20:00 horas cuando al lugar arribaron cerca de siete sujetos con vestimenta negra y equipo táctico quienes realizaron disparos indiscriminadamente acribillando a los presentes para después darse a la fuga. En la escena del crimen se aseguraron cientos de casquillos percutidos, calibre 9 mm. y 7.62 x 39 mm.

Meses después de investigación se informó que los homicidas de la activista juarense Marisela Escobedo (asesinada en la puerta de Palacio de Gobierno la noche del 16 de diciembre del 2010), Luis Enrique Jiménez Zavala alias “El Wicked” y José Arturo Barrón Rodríguez alias “El Gordo”, fueron encontrados igualmente culpables por los delitos de homicidio calificado y agravado en perjuicio de las 16 personas en el bar «Colorado» y sentenciados a prisión vitalicia juntos con un tercer implicado llamado Luis Alberto Camacho Ramos alias “El Tocker”, siendo condenados a cadena vitalicia.

Además está detenido el autor intelectual Juan Carlos Sandoval Seáñez, alias “El Sabritas”, que según Luis Enrique Jiménez Zavala “El Wicked” fue quien indicó que en ese bar “vendían cocaína las mujeres de la barra y un señor de sombrero”, y que según las órdenes “que venían de arriba, había que hacer ruido en el bar y que matáramos a todos para calentar la plaza”.

Por: Redacción