Acusadas la OMS, ONU y Unicef por abusos sexuales a 50 mujeres de El Congo

MUNDO.- Esto es decepcionante, una asquerosa noticia que no deja de surgir cada vez que un país del tercer mundo sufre una desgracia sanitaria, algún terremoto u otro tipo de problema humanitario. Según publica el ‘Telegraph’, más de 50 mujeres congoleñas han denunciado abusos sexuales a cambio de trabajo o ayuda por parte de miembros de varias ONG durante la pasada crisis sanitaria del ébola.

La investigación ha tardado un año en realizarse y salir a la luz y ha sido publicada por la New Humanitarian y la Fundación Thomson Reuters. Según lo denunciado, las ONG implicadas en el asqueroso asunto son la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef, Oxfam, Médicos Sin Fronteras (MSF), World Vision, Alima y la agencia de migración de la ONU, la OIM. Como verán, la ONU y Oxfam tienen el dudoso honor de repetir en un ranking tan deplorable como este.

Según revela el ‘Telegraph’, una mujer, una superviviente del ébola de 32 años, dijo que un hombre la llamó por teléfono y la invitó a asistir a una sesión de asesoramiento en un hotel. Los números de teléfono de los pacientes con ébola se tomaron regularmente para la atención de seguimiento después de que fueran dados de alta.

En el vestíbulo, aceptó un refresco. Horas después, dijo que se despertó sola y desnuda en una habitación de hotel. Ella cree que fue violada.

Pero el número de ONG implicadas no se queda ahí, también parecen estar implicados miembros de las organizaciones Save the Children y Plan International, con un agravante, que estas se dedican supuestamente a ayudar a la infancia.

El caso es que siguen produciéndose noticias como estas y mientras tanto, tenemos que aguantar repugnantes campañas publicitarias de toda esta gente solicitándonos dinero en las que, además, se nos intenta hacer sentir culpables de todas las desgracias que suceden en el mundo para vaciarnos nuestros bolsillos.

Solo nos preguntamos qué clase de personas forman este tipo de organizaciones, en teoría humanitarias. Y es que hay que ser muy miserable, una auténtica cucaracha para aprovecharse del sufrimiento de las personas y obligar a esas personas a hacer ese tipo de actos a cambio de ayuda. Se aprovechan de la buena fe de la gente que les dona dinero y de la desgracia que sufren otras personas.

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